En torno a las llamadas, el viernes 4 de octubre, en la sala capitular, los Hermanos encargados de redactar los textos de las llamadas se reunieron con la comisión facilitadora para presentar el trabajo realizado durante estos últimos días. El equipo estaba compuesto por los Hermanos Aureliano García, Ben Consigli, Carlos Alberto Rojas y Peter Carroll.
El H. Aureliano explicó cómo el grupo trató de acoger las propuestas de los cinco grupos que trabajaron durante el período de discernimiento, creando unidad entre los diferentes textos y estableciendo una línea común. El H. Ben, por su parte, habló de la estructura del documento, formado por la introducción, las cinco llamadas y las estrategias para su aplicación. Destacó cómo en la presentación se subrayan tres dominantes comunes presentes en las reflexiones del Capítulo: la sinodalidad, las actitudes marianas y la invitación a ser constructores de una nueva Hermitage.
Las llamadas para este periodo son:
1. Vocación: constructores de una cultura vocacional
El icono de la Vocación está representado por un corazón, símbolo de la interioridad y de la escucha, que, al ser cuidado por las manos de Dios y por las manos de quienes orientan y acompañan la vocación, se convierte en tierra fértil, generadora de vida. De este cuidado brota la vida nueva, simbolizada por el brote que nace, que se arraiga en Dios y en la vida, expresando el dinamismo de una vocación que crece sostenida por la gracia y el acompañamiento.
2. Comunidad: constructores de comunión
El icono de la Vida Comunitaria está representado por una mesa, la mesa de La Valla, cuna del carisma marista y símbolo de la fraternidad que nace del Evangelio. Esta mesa está formada por manos que se conectan y se unen, signo de que la comunión se construye cuando cada hermano y hermana se convierte en apoyo, presencia y don para el otro.
3. Espiritualidad: constructores de una espiritualidad viva
El icono de la Espiritualidad está representado por una lámpara sostenida por manos contemplativas, símbolo de la vida interior iluminada por la presencia de Dios. La luz de la Espiritualidad Apostólica Marista revela la silueta de un ojo, expresión de la contemplación y de la visión espiritual que penetra el misterio y reconoce lo divino en lo cotidiano. Ese ojo es también ventana del alma y puerta hacia la realidad, que nos llama a una mirada atenta y compasiva sobre el mundo y sobre el otro, un verdadero convite a ser contemplativos en la acción de cada día.
4. Gobernanza y liderazgo: constructores de un liderazgo de servicio
El icono de la Gobernanza y el Liderazgo está representado por una figura que guía a los compañeros de camino, ya sea Champagnat, un hermano o un laico/a, signo de la corresponsabilidad y de la comunión que caracterizan la misión marista. Este liderazgo no es autoritario, sino servicial, inspirado en la figura del Buen Pastor, que lleva a la oveja al hombro y hace del niño el centro y el sentido de toda acción de gobierno y animación.
5. Misión: constructores de buena noticia
El icono de la Misión está representado por dos pares de pies en camino, que simbolizan a hermanos y laicos, quienes, junto con niños y jóvenes, realizan la misión en lo cotidiano de la vida, como portadores de la Buena Noticia. Son pies que caminan juntos, marcados por la audacia y la esperanza, y que, descalzos, recuerdan el desapego, la sencillez y el llamado a ser Iglesia en salida, siempre disponible al servicio y a la escucha de los clamores del Reino.
Adicionalmente se acompaña la imagen de Marcelino Constructor, la cual se trata de un icono complementario que da continuidad a los demás, recordándonos que la vocación marista es un llamado constante a construir un nuevo tiempo, una nueva L'Hermitage, nacida a orillas del río Gier y que hoy se renueva en las orillas del mundo.
Estas Llamadas nos inspiran a vivir con mayor profundidad, apertura y compromiso nuestra misión educativa y evangelizadora. Para conocer cada una de ellas a detalle los invitamos a descargar el documento explicativo oficial en español haciendo clic aquí.