Del encuentro participaron los 22 provinciales del Instituto Marista (+ 2 provinciales nombrados), los 3 superiores de distrito, los 6 consejeros generales, junto con el Superior y Vicario generales, así como el ecónomo y el secretario general, además de invitados de los Secretariados. Entre los participantes estuvo nuestro Provincial de Santa María de los Andes, Hno. Pablo González.
La casa madre del Instituto, Notre-Dame de l'Hermitage, fue escogida como sede del encuentro para celebrar el bicentenario de la colocación de la primera piedra de la casa, que san Marcelino comenzó a construir en 1824. Al mismo tiempo, es una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido desde La Valla 200 (XXII Capítulo general, en 2017) hasta el Hermitage 200 (XXIII Capítulo general, en 2025).
La reflexión del primer día se centró en recordar el recorrido del Instituto desde la celebración del Bicentenario en 2017, "Un nuevo La Valla", hasta el día de hoy. Esta retrospectiva pretende animar a los responsables del Instituto a imaginar el futuro de la vida Marista, a la escucha del Espíritu, esforzándose por descubrir lo que Dios quiere que seamos y hagamos como seguidores de San Marcelino Champagnat.
El encuentro tuvo entre sus principales objetivos reflexionar sobre el caminar desde La Valla 200 (2017 - XXII Capítulo General) hacia L'Hermitage 200 (2025 - XXIII Capítulo General), compartir sobre el caminar en el tema de la reconfiguración, avanzar en el tema de sostenibilidad, fondos, apoyo, revisar proyectos en camino, como la MIMA III, Fórum internacional del laicado, Guía de Formación, difusión de la nueva versión de MEM, la Misión solidaria, definir ideas para el próximo Capítulo general y fomentar el liderazgo, cuidado de los líderes y trabajando en equipo con los nuevos Consejos Provinciales que se serán electos durante 2024.
Junto a los espacios de trabajo, los provinciales tuvieron la oportunidad de visitar juntos la Casa de La Valla. Un pequeño grupo recorrió a pie el camino de ida, mientras que varios participantes hicieron lo mismo a la vuelta. Además de la tradicional visita a los espacios que acogieron a los primeros hermanos maristas, el grupo tuvo un tiempo muy rico de meditación contemplativa, alternando entre los espacios de interioridad (sótano), fraternidad (planta baja) y misión (primer piso). También realizaron una visita guiada por la casa de l'Hermitage, acompañados por miembros de la comunidad internacional.
Sin duda fue un momento de unión y fraternidad que permite pensar en el futuro de nuestros Instituto Marista y caminar juntos como familia global.